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EN ES

LOS RASTREOS EPIDEMIOLÓGICOS PARA PREVENIR LA INFLUENZA AVIAR LLEGAN HASTA LOS HUMEDALES Y COMUNIDADES DE CHALATENANGO

Técnicos de la División de Servicios Veterinarios del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) se trasladaron al cantón Quitasol de Tejutla, en Chalatenango, para inspeccionar las zonas de humedales, debido a las aves migratorias que circulan en el embalse Cerrón Grande, y las casas con aves de corral.

“Andamos realizando un rastreo epidemiológico en humedales, esto es para detectar si hay o no aves migratorias muertas, como patocuches, garzas, pelícanos y pichiches, porque flotan y aquí no hemos encontrado ninguna mortalidad”, expresó Claudia Durán, técnico de Servicios Veterinarios.

En la costa salvadoreña y zonas de humedal se entrevistan a pescadores para conocer si han detectado aves muertas o con alguna de las sintomatologías de la influenza aviar. El objetivo es estar alertas y descartar la presencia de dicha enfermedad, la cual puede causar graves daños al sector avícola.

Los especialistas de la División, que pertenece a la Dirección General de Ganadería, explican a las familias que el virus no solo mata a un animal, sino que la mortandad es alta, la enfermedad es tan fulminante que es capaz de infectar a las aves sanas y matarlas en poco tiempo si no hay una intervención oportuna.

“Nuestra misión es realizar los muestreos, llevarlos al laboratorio y si se detecta alguna sintomatología se le da prioridad para evaluarlo”, indicó el técnico Rolando Cazali, coordinador de la Región II, que comprende los departamentos de Chalatenango, La Libertad, Cuscatlán y San Salvador.

Las familias del cantón Quitasol agradecen las visitas y la asistencia brindada por los técnicos, ya que la acción gubernamental genera un alivio, porque saben que sus aves estarán protegidas y seguirán produciendo huevos para el consumo diario en sus hogares.

“Para mi está buena la visita de ustedes, les agradezco mucho por su amabilidad y sobre todo porque han observado cómo están nuestros animalitos”, expresó la señora Fidelina Figueroa de 74 años, y quien aún conserva buenas energías para seguir cuidando de sus gallinas.

Por su parte, Milton Solórzano, otro habitante del lugar, felicitó la acción temprana adoptada por las autoridades. “Claro, esta es una acción preventiva que a todos nos favorece. Aquí, los técnicos vienen seguido y cuando necesitamos les llamamos, también nos dan instrucciones vía telefónica”, subrayó.

En cada visita que se realiza, las familias tienen la oportunidad de interactuar con los técnicos especialistas, hacerles todas las consultas sobre la influenza aviar y otras enfermedades. Se les deja toda la información y el contacto telefónico para que se comuniquen en caso de alguna anormalidad que observen.