Saúl y Josué Quintanilla comparten lazos de sangre y la pasión por la agricultura, y gracias al programa Sembrando Vida de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) y a la asistencia técnica del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) están cambiando sus condiciones de vida.
Saúl se ha dedicado desde hace más de medio siglo a la siembra de granos básicos y hortalizas, pero sostiene que con Sembrando Vida ha logrado aumentar su producción hasta en un 30%, como resultado del uso de biofertilizantes, los cuales aprendió a elaborar en la Biofábrica, un complemento de la iniciativa impulsada por la cooperación mexicana en el cantón El Coco de Chalchuapa, en el departamento de Santa Ana.
“Con el dinero que me dieron compré la tela (de las casas mallas). Hemos tenido varias visitas del técnico, nos han ayudado bastante, y con los foliares de la Biofábrica hemos ensayado aquí. Como dijo el Ministro, debemos reducir los productos químicos y meter más el orgánico. Gracias a Dios, vamos caminando bien, porque ellos nos dan la asesoría que tanto necesitamos”, aseguró don Saúl, quien cultiva chile dulce, frijol, maíz y caña.
Y es que el programa Sembrando Vida contempla tres componentes: apoyo económico de hasta $250 mensuales para los productores hasta por ocho meses, respaldo con la entrega de insumos y asistencia técnica. Ayuda que han recibido los 10,000 beneficiados a nivel nacional.
Recientemente el Ministro de Agricultura y Ganadería, Óscar Guardado, y representantes de AMEXCID verificaron los resultados de la Biofábrica y las unidades productivas en los caseríos de El Coco. El funcionario enfatizó en la importancia de la implementación de las Buenas Prácticas Agrícolas y en otras acciones del Gobierno del Presidente Nayib Bukele para mejorar las condiciones del sector.
Ahora don Saúl es consciente de que los químicos generan una capa en el suelo que no permite que la planta absorba los nutrientes de la tierra, de allí que él utilice la gallinaza y foliares orgánicos. “Antes yo solo usaba químicos, ahora con lo orgánico la producción ha rendido más y es menos dañina para el consumo de nosotros”, añadió el productor.
Al igual que su padre, Josué y su familia también han contado con el respaldo de Sembrado Vida, ahora él cuenta con dos casas mallas para producir hortalizas, las cuáles abona con bocashi y foliares orgánicos. Él también ha disminuido el uso de químicos, porque sabe que los frutos, hortalizas y granos básicos son más saludables.
“El uso de biofertilizantes reduce los gastos de producción hasta en un 30% o 40%, lo orgánico lo hacemos en la Biofábrica, y ese dinero que nos ahorramos nos sirve para otras cosas. También hemos adquirido conocimientos sobre cómo identificar una bacteria que antes dañaba al chile, gracias a los técnicos ahora sabemos más”, añadió Josué.
Para el técnico de la zona de Chalchuapa, Jonathan Chávez, es gratificante ver cómo la familia Quintanilla ha pasado de producir de la manera tradicional a otras formas de producción para aumentar las cosechas con menos recursos. “Nosotros monitoreamos las plagas y les hemos inculcado con las prácticas orgánicas”, precisó el técnico.
“Les agradecemos por el esfuerzo que están haciendo, tanto económicamente como con la gente que andan trabajando y la asesoría. Agradezco al Presidente también por todo lo que está haciendo, porque está trabajando bien. En el tema de la delincuencia, ahora podemos movernos sin ningún problema”, puntualizó don Saúl.
Etiquetas: AMEXCID, Biofertilizantes, GRANOS BÁSICOS, Hortalizas, Ministerio de Agricultura y Ganadería, Sembrando Vida
