Enfermedades vesiculares es un término general que hace referencia a enfermedades que causan vesículas en varias partes del cuerpo del ganado y, en algunos casos, en los humanos. En esta categoría se incluyen las siguientes enfermedades:
El desarrollo y diseminación de las enfermedades vesiculares, tendría efectos importantes en el sector pecuario afectando la producción y la sanidad de los animales, impactando en la economía y desarrollo del país
La División de Servicios Veterinarios tiene dentro de sus objetivos, realizar el seguimiento continuo de vigilancia integrada de síndromes compatibles con enfermedades vesiculares en animales de producción a nivel nacional, mediante el proceso de atención de las notificaciones, toma de muestras y análisis de los datos, con el fin de generar información válida y confiable que permita orientar las medidas de prevención, control y la detección oportuna de la circulación de virus. La finalidad, es mantener el estatus zoosanitario del país relativo a enfermedades vesiculares, ante organismos internacionales y socios comerciales, favoreciendo la comercialización regional e internacional de animales vivos, productos y subproductos.
Del grupo de las Enfermedades Vesiculares, la Fiebre Aftosa es la más importante, tanto por su impacto en la sanidad animal como por las pérdidas económicas que ocasiona para la industria y las consecuentes restricciones al comercio internacional. Se encuentra clasificada dentro de la lista de Enfermedades de Notificación Obligatoria de la Organización Mundial de Sanidad Animal (https://www.woah.org/es/enfermedad/fiebre-aftosa/).
Las enfermedades vesiculares son CLÍNICAMENTE INDISTINGUIBLES entre sí. Todas las enfermedades vesiculares producen fiebre con vesículas que se convierten en erosiones en la boca, los ollares, el hocico, los pezones y en las patas. Aunque las cuatro enfermedades producen lesiones clínicas similares, se diferencian en las especies que resultan afectadas y en la gravedad de las lesiones que provocan. A continuación, se presenta tabla informativa sobre las enfermedades vesiculares, etiología, especies afectadas, signos clínicos, morbilidad/mortalidad:
Definición. La fiebre aftosa o glosopeda es una enfermedad vírica altamente contagiosa que afecta principalmente al ganado de pezuña hendida y a la fauna silvestre. Las secuelas pueden tener como consecuencia una disminución de la producción de leche, daño permanente de la pezuña y mastitis crónica. Se pueden observar altas tasas de mortalidad en animales jóvenes.
Etiología. Existen siete serotipos del Virus de la Fiebre Aftosa, que son: O, A, C, SAT1, SAT2, SAT3 y Asia1. La infección con un serotipo no confiere protección frente a otro. Clínicamente, la fiebre aftosa no se puede diferenciar de otras enfermedades vesiculares, como la enfermedad vesicular porcina, la estomatitis vesicular y el exantema vesicular del cerdo. El diagnóstico de laboratorio en los casos de sospecha de la fiebre aftosa es, por tanto, un asunto urgente.
Importancia económica. En lugares donde la enfermedad es endémica, restringe el comercio internacional del ganado y al menos que se sigan estrictas normas de prevención, la fiebre aftosa puede reintroducirse fácilmente en el ganado libre de la enfermedad. Una vez que esto ocurre puede propagarse rápidamente a través de la región, sobre todo si la detección de la enfermedad se retrasa. Los brotes pueden afectar en gran medida la producción ganadera, provocar embargos por los socios comerciales del país involucrado, el cual requerirá recursos para su control.
Especies afectadas. El ganado susceptible a la fiebre aftosa comprende bovinos, porcinos, ovinos, caprinos, búfalos y renos. El Virus de la Fiebre Aftosa también puede infectar al menos 70 especies de animales silvestres incluyendo búfalo africano (Syncerus caffer), bisontes (Bison spp.), alces, gamuza, jirafas, ñúes, ciervo negro, facóqueros, kudu, impala, y varias especies de ciervos, antílopes y gacelas.
Situación epidemiológica de la enfermedad en El Salvador. El Salvador es un país cuyo estatus sanitario es reconocido históricamente como Libre de Fiebre Aftosa sin vacunación. Anualmente, la División de Servicios Veterinarios envía informe a la Organización de Sanidad Animal (OMSA) para la reconfirmación del Estatus de País Libre de Fiebre Aftosa Sin Vacunación.
Mapa del estatus oficial de Fiebre Aftosa de los Miembros de la OMSA
Salud pública. La fiebre aftosa no se considera un problema en salud pública. Las infecciones en los humanos son muy raras, con aproximadamente 40 casos diagnosticados desde 1921. La enfermedad es generalmente leve, de corta vida y autolimitante; con lesiones vesiculares y síntomas parecidos a la gripe.
Prevención y control. La protección de los países, áreas o zonas libres de fiebre aftosa podrá mejorarse mediante la vigilancia y controles estrictos de las importaciones y los desplazamientos de animales en las fronteras.Es esencial que los propietarios y productores pecuarios mantengan prácticas eficaces de bioseguridad para prevenir la introducción o propagación del virus.
Las medidas recomendadas en las explotaciones comprenden:
Definición. Es una enfermedad endémica importante del ganado, en América. Esta enfermedad viral zoonótica se caracteriza por vesículas, erosiones y úlceras en la boca, patas y ubres. Dolor, anorexia y mastitis secundarias pueden causar disminución de la productividad en todas las especies.
Etiología. El virus de la estomatitis vesicular es un miembro del género Vesiculoris en la familia Rhadoviridae. Los dos principales serotipos son New Jersey e Indiana. Actualmente se sabe que cuatro virus causan estomatitis vesicular:
Especies afectadas. La estomatitis vesicular afecta principalmente a caballos, burros, mulas, bovinos y cerdos. Los camélidos suramericanos, ovinos y caprinos ocasionalmente presentan síntomas clínicos. Los humanos también son susceptibles.
Situación epidemiológica de la enfermedad en El Salvador. La estomatitis vesicular es endémica en nuestro país, se han detectado los serotipos New Jersey e Indiana.
Transmisión. Las vías de transmisión de la estomatitis vesicular no están claras. Los virus se han aislado de flebótomos, mosquitos y otros insectos.
La enfermedad una vez está presente en un rebaño, se extiende de unos animales a otros a través del contacto directo y/o indirecto. Las rutas de transmisión son las siguientes:
Signos clínicos. La estomatitis vesicular se caracteriza por vesículas, pápulas, erosiones y úlceras; estas lesiones se encuentran sobre todo alrededor de la boca, pero también pueden estar presentes en las patas, la ubre y el prepucio.
La salivación excesiva es a menudo el primer signo. Un examen más detenido puede revelar las características vesículas abultadas (ampollas). Las vesículas varían mucho en tamaño, estas se rompen para volverse erosiones o ulceras, esto puede suceder antes de que se observen las vesículas. Generalmente se desarrolla una fiebre transitoria cuando aparecen las lesiones.
Las lesiones de estomatitis vesicular son dolorosas y pueden causar anorexia, negación a beber, y cojera. En algunos casos, el epitelio de la lengua o del hocico puede mudar, y los orificios nasales y el hocico pueden hincharse. Algunos animales pueden tener una descarga nasal, sangrado de ulceras, o un olor fétido de la boca.
En el ganado vacuno, las vesículas se encuentran en el paladar duro, lengua, labios y encías, a veces se extiende a la nariz y al hocico. Además de las úlceras orales, el ganado y los caballos pueden desarrollar lesiones en los pezones o prepucio, y en la banda coronaria y espacios interdigitales de los cascos. Ganado lechero con lesiones en los pezones pueden desarrollar mastitis de infecciones secundarias. La pérdida de peso puede ser grave, y la producción de leche puede disminuir en las vacas lecheras.
En los cerdos, las vesículas suelen aparecer primero en las patas, y el primer signo puede ser cojera. El hocico y los labios también son con frecuencia afectados. Los sitios predominantes de las lesiones pueden variar en los diferentes brotes.
Salud pública. Se la considera una zoonosis, aunque de tipo menor, que supone un riesgo para la salud pública. La estomatitis vesicular puede, accidentalmente, causar en el ser humano un proceso clínico similar al producido por la gripe que suele durar no más de 4 días.
Tanto la Fiebre Aftosa como otras enfermedades vesiculares están clasificadas como enfermedades de Notificación Obligatoria, por lo que todos los profesionales de la medicina veterinaria, propietarios, cuidadores de animales y demás relacionados con el rubro pecuario, tienen la obligación legal de reportar la ocurrencia de casos sospechosos de dichas enfermedades, para su abordaje inmediato.
En caso de sospecha de enfermedad vesicular en animales de producción , notificar al Ministerio de Agricultura y Agricultura a los teléfonos: Nivel central: 2202-0826, 2202-0824, 2202-0881 y 2202-0879; Región I: Santa Ana 2432-0337, Sonsonate 2431-0630; Región II: San Salvador: 2202-0834, Chalatenango: 2374-2090; Región III: San Vicente: 2637-0159; Región IV: San Miguel: 2637-0160, indicando los siguientes datos: Nombre de propietario, teléfono, dirección de la unidad productiva, especie animal afectada, total de animales afectados.
LAS MUESTRAS SOLO PUEDEN SER RECOLECTADAS POR UN MÉDICO VETERINARIO OFICIAL DE LA DIVISIÓN DE SERVICIOS VETERINARIOS.
Para el diagnostico de enfermedades vesiculares, las muestras son enviadas por la Red de Laboratorios Veterinarios al Laboratorio de Diagnóstico de Enfermedades Vesiculares (LADIVES) en Panamá. Los resultados permiten determinar la presencia o ausencia de enfermedades vesiculares en específico Fiebre Aftosa o Estomatitis Vesicular.
LOS ANÁLISIS PARA AMBAS ENFERMEDADES NO TIENEN COSTO PARA EL PRODUCTOR O USUARIO SOLICITANTE.
IMPORTACIONES DE PRODUCTOS Y SUBPRODUCTOS DE ORIGEN ANIMAL.
Referencias: