El Gobierno del Presidente de la República, Nayib Bukele, continúa trabajando de forma decidida para erradicar a todas las estructuras delincuenciales que ponen en riesgo a los salvadoreños, especialmente, a las que afectan la seguridad ciudadana y a la vida comercial del país.
Ante esto, el Departamento Anticontrabando, de la Dirección General de Aduanas; la Fuerza de Tarea Sumpul, de la Fuerza Armada y de la Policía Nacional Civil; y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) comenzaron hace unos meses el plan para erradicar el contrabando de ganado y de lácteos, que por años afectó el comercio de dichos productos, así como la salud de la población salvadoreña, ya que no se verifican los estándares sanitarios de los productos que terminan comercializándose en plazas y mercados municipales del territorio nacional.
Y es que, los puntos ciegos fronterizos fueron históricamente lugares de libre paso para los delincuentes; sin embargo, desde la ejecución del Plan Control Territorial, impulsado por el Presidente Nayib Bukele, estos sitios cuentan con una estricta vigilancia militar. Pero los soldados y los policías no trabajan de forma aislada, pues las labores articuladas e interinstitucionales son una característica indiscutible del Gobierno.
En lo que va del año, el accionar militar en los puntos ciegos fronterizos ha recuperado más de $227,700, producto del contrabando de ganado y de lácteos que ingresaron de manera ilegal al país. De estos $96,454.50 corresponden al contrabando de ganado y $131,300 a los productos lácteos.
En cuanto a la recuperación de ganado, en ese mismo período, se contabiliza un total de 182 reses que intentaron ser ingresadas de manera ilegal; mientras que en lácteos fueron incautadas 45,005 libras.
Uno de los factores que preocupa a las instituciones gubernamentales, es que los lácteos ponen en riesgo al sector comercial del país, ya que se trata de una competencia desleal que no cumple con el pago de impuestos que son bien utilizados por el Gobierno en diferentes inversiones, como en el impacto de educación, salud y seguridad; además, atentan contra los sectores formales. Y es más preocupante aún que estos productos no cumplan con las normas de higiene, ya que los lácteos contaminados por bacterias ponen en riesgo la vida de los salvadoreños.
Amplios estudios, realizados por la Dirección General de Ganadería, indican que estos pueden estar contaminados con salmonela o Escherichia coli, que afectan al sistema digestivo humano; mientras que, para Aduanas el contrabando representa un delito a combatir, ya que genera pérdidas económicas al Estado por la evasión, pero también crea condiciones desiguales para los productores nacionales.
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