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DON AGUSTÍN MARROQUÍN AUMENTÓ SU COSECHA DE TOMATE CON AGRO-INNOVA Y AHORA COMERCIALIZA PARTE DE ESA PRODUCCIÓN

Las parcelas productivas se están diversificando para obtener mayores beneficios, entre ellos cosechar para consumir en el hogar y comercializar, contribuyendo a la seguridad alimentaria de otras familias. Don Agustín Marroquín es un agricultor de Chalchuapa, Santa Ana, que cuenta con una parcela diversificada de éxito, gracias al programa Agro-Innova.

A sus 77 años y con una vasta experiencia en el rubro de granos básicos, el productor pasó de sembrar solo maíz y frijol a dedicarse al manejo de más de 10 cultivos, entre ellos hortalizas y frutas.

“Lo bonito de esto es que, primero, yo nunca había sembrado tomate, y lo segundo es que, después de no tener nada, pasé a cosechar para mi familia y para vender. Fue una experiencia ganada, aunque sea poquito lo vendido, pero fue de gran beneficio para mí”, aseguró el productor, quien ahora tiene sembrado más tomate de la variedad p-52, conocido como patrón.

Los beneficios y logros de don Agustín son gracias al Proyecto Sistemas Agroforestales Adaptados al Corredor Seco Centroamericano Agro-Innova, Unidad de Área El Salvador, que ejecuta el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), a través del Centro Nacional de Tecnología Forestal y Agropecuaria (CENTA), con el apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el financiamiento de la Unión Europea.

Entre julio y agosto el agricultor obtuvo su primera cosecha de tomate, de la cual consumió su familia y comercializó 17 cajas a $20 cada una, logrando una ganancia de $300 líquidos. Ante esa experiencia la continuidad de dicho cultivo sigue más latente que nunca.

Manuel de Jesús Ramírez es el técnico de la Agencia de Extensión del CENTA de Chalchuapa que brinda asistencia a don Agustín, y lo describe como una persona muy aplicada a sus cultivos.

“Don Agustín es un agricultor que acata todas las indicaciones, es un líder de los grupos de abastecimiento, donde a través de él se convocan las reuniones mensuales. Si tiene alguna duda o problema en los cultivos, él nos llama a cualquier hora, ya que le hemos proporcionado los números de celular”, añadió el técnico.

Con el programa Agro-Innova, en su terreno el productor continúa la producción de maíz y frijol, pero ahora también hay plátano, piña, repollo, tomate, 45 árboles de mango, cuatro de cacao, 15 de guayaba, cinco de aguacate, 16 de limón pérsico y cinco palmeras de coco.

“La explicación que le estaba dando este día es que los injertos de limón pérsico, regularmente, hay que podarlos cada tres o cuatro semanas, y dependiendo, porque el limón tiende a desarrollar brotes (chupones que salen debajo del injerto) y esos le roban desarrollo propiamente al injerto”, le decía el especialista del CENTA.