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CÁNDIDA ORELLANA, EJEMPLO DEL ESFUERZO DE NUESTROS AGRICULTORES QUE SE ALISTAN PARA SEMBRAR EL PAQUETE AGRÍCOLA

El esfuerzo y el amor por la agricultura de Cándida Orellana la motivan a seguir sembrando a pesar de su lesión de columna. Así, con bastón en mano entra en su manzana de tierra para mostrar a dónde sembrará las semillas certificadas que retiró de la casa comunal del municipio de El Paraíso, en Chalatenango.

Doña Cándida es una de los 600,000 salvadoreños beneficiados con los Paquetes Agrícolas, que gracias al mandato del Presidente Nayib Bukele este año llegarán a 200,000 productores más que en 2021, para lo cual se trabaja de coordinada entre el Ministerio de Agricultura y Ganadería, la Policía Nacional Civil, la Fuerza Armada y las alcaldías.

La agricultora, de 49 años, vive en el caserío Calle Nueva del cantón Santa Bárbara, y es un ejemplo de la entrega de los salvadoreños por buscar un mejor futuro, porque aunque siempre se ha dedicado a la siembra de granos básicos, ella también vende frutas, verduras y refrescos; y fue vendiendo como hace un par de años sufrió un accidente de tránsito, que le dañó su columna, pero no así  su espíritu trabajador para cosechar sus alimentos, ya que para ella el cultivo de la tierra y sus frutos son inigualables.

«Gracias a Dios y a nuestro Presidente por el Paquete Agrícola, porque vamos a poder cultivar con la ayuda de mis hermanos y de mi hija. Por mi problema de columna se me hace difícil sembrar, pero uno no debe dejarse vencer y debe seguir adelante, y con la ayuda de Dios, de mi familia y del Gobierno tendré mi milpita este año”, aseguró sonriente doña Cándida.

Junto a Cándida siempre están su madre María, una señora alegre de 72 años, y su hija Thelma, una joven de 22 años, que, aunque ya tiene su propia familia, ayuda a Cándida con la siembra y en otras tareas del hogar.

Thelma también ha salido favorecida con un Paquete Agrícola, y desde ya su hija Sofía está involucrándose en la agricultura, pues entre la inocencia y sus juegos recorre el campo y le da ánimos de seguir adelante a su abuela Cándida, más en los días en donde los dolores físicos son intensos.

“Mi nieta me da fuerzas para continuar, uno no puede quedarse de brazos cruzados, y más cuando estamos teniendo el apoyo del Gobierno, que ahora nos está dando más cositas, como este foliar y el botecito (tratador) que nos dicen que es para alejar las plagas. Hoy vamos tener seguro nuestro maicito”, dijo la agricultora.